martes, mayo 23, 2006

MSF vs. ANESVAD (el poder de la imagen)










Las páginas web de Médicos Sin Fronteras y Anesvad ponen bastante fácil el hacerse socio. La página de Médicos sin Fronteras está más trabajada estéticamente y llama más la atención de un usuario cualquiera de Internet que simplemente se deje caer buscando una información básica sobre los propósitos de la asociación o con la intención de realizar un donativo solidario o de hacerse socio.
En la página de inicio del web de MSF, encontramos tanto a izquierda como a derecha, dos indicaciones sobre las que cliquear para hacernos socios de la organización. La indicación de la derecha, anunciada por una flecha roja, es muy llamativa.
La página de Anesvad, requiere en cambio dos movimientos para que podamos comenzar con los trámites para asociarnos. Debemos primero pasar la flechita por encima de la opción colabora en página principal, para que una lista de opciones se desgrane. Entre ellas está la que nos permite hacernos socios.
En el buscador Google, al buscar ambas organizaciones somos conducidos directamente a la página de la inscripción como socios, de lo que se desprende que, para ambas organizaciones no gubernamentales, la captación de socios que contribuyan económicamente a los proyectos médicos que capitanean es fundamental.
La información que ambas organizaciones ofrecen sobre los proyectos que desarrollan es bastante clara, con atractivos mapas de las zonas de actuación y descripciones razonablemente extensas de los objetivos propuestos en cada intervención. Anesvad permite elegir a que proyecto destinar la contribución personal, algo que las personas que solidariamente participan en estas iniciativas suelen considerar importante.
Reforzar, por último, la primera idea que apunté. Aunque la información y servicios al usuario de ambas páginas web es similar y ambas cumplen con creces el objetivo de proporcionar una idea clara al posible socio sobre objetivos y proyectos de las organizaciones, haciendo también muy fácil para cualquier usuario de Internet la inscripción on-line como socio, la página de Médicos sin Fronteras cuenta con recursos estéticos más impactantes.
Personalmente, pienso que la solidaridad tiene mucho de reacción primaria ante la catástrofe y la impotencia ajena. Las mismas organizaciones solidarias juegan en sus campañas publicitarias (en sentido positivo) con las imágenes espantosas de terremotos, maremotos o los estragos del Sida. Estas imágenes sirven a acercarnos lo terrible y distante, que entra en nuestras casas por la pantalla grande. Todos los informadores coinciden también en que es en los días que se suceden a grandes huracanes (el Mitch) o catástrofes varias (las inundaciones de Nueva Orleans, por citar otro ejemplo reciente), cuando las altas de socios y los donativos se disparan.
Por tanto creo que, aunque este sentimentalismo y poder de la imagen digan mucho en contra de la capacidad actual de un raciocinio humano, que sólo operando hasta las últimas consecuencias podría desfacer realmente los entuertos planetarios, se imponen al hombre de hoy, quien necesita de grandes alicientes para ver levantado su ánimo.
Puede ser una tontería bien grande, pero al mirar la página de MSF, con sus imágenes y sus frases que van y vienen por arriba y por abajo, su mapa y las fotografías que se nos acercan en su mapa de proyectos, uno tiene la sensación de que su contribución también se moverá con la misma fluidez. Al fin y al cabo, uno sólo quiere que el dinero que esta hoy aquí, almacenado en la tarjeta, llegué en un instante a esas caras de las fotografías cuya imagen no deja lugar a dudas de que lo necesitan.